Ejemplos de Exordio
Un exordio es la forma en que se comienza un discurso para conseguir que el público sea amable, atento y accesible, su objetivo es atraer su atención, lograr una compenetración, e interés, además de establecer el tema u objetivo que se va a presentar.
Es decir que tiene la función de lograr que el público esté dispuesto a prestarle atención al orador y lograr una buena comunicación con el auditorio.
El exordio se compone de tres partes, de las cuales pueden utilizarse las que se deseen:
Inicio: generalmente con una “sententia” o un “exemplum”.
Digresión: indica la división (partitio) del tema, o para adelantar la tesis que se va a defender.
Transición a la “narratio”: aclara que el exordio ha finalizado y que se va a entrar ya de lleno al tema. Es recomendable incluir una “transitio” cuando se pase de una parte del discurso a otra.
Ejemplos de exordio:
Inicio (principium): Es la parte en que el orador habla a su público para pedirle que preste atención y sea benevolente.
Insinuación (insinuatio): Es cuando el orador se introduce poco a poco en el ánimo de su público, resaltando casi en exclusiva sus propios puntos fuertes y mencionando los defectos de la otra parte.