Oraciones Para XV Años

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Última modificación por: Redacción ejemplosde.com, año 2021

Las oraciones para XV años son aquellas que sirven como preámbulo, preparación, bendición y motivación para que una joven quinceañera se acerque al camino del Señor. La celebración de los XV años simboliza un acercamiento y una muestra del compromiso de la joven, que en ese punto de su vida, se presenta ante Dios como una mujer y sierva fiel de su fe. Antes de la ceremonia, la quinceañera recibe consejos tanto de parte del sacerdote como de sus padres.

 Estas oraciones son dedicadas días antes, durante o después de la ceremonia. Los pensamientos y las bendiciones que acompañan a las oraciones pueden ser preparados y dichos por cada uno de los familiares de la joven; en especial, por la madre y el padre, así como también por el resto de los integrantes de la familia: amigos, madrina y padrino, o por los invitados a la ceremonia.

Por otra parte, las oraciones para los quince años son usual y frecuentemente dedicadas a mujeres, sin embargo también pueden usarse para el festejo de un joven.

15 Ejemplos de oraciones para XV años: 

1. Oración de la joven a Dios.

“Me presento ante ti, oh infinito, piadoso y amoroso Padre, con la imagen de esta joven que tú me has permitido ser.
Únicamente te pido para esta celebración que estés conmigo, que me permitas lograr mostrarte mi fe en ti.
Quiero dedicarte a ti esta fecha tan esperada para mi hermosa familia y para mí.
No te pido solo belleza o juventud, sino también inteligencia, madurez, fortaleza, benevolencia y paciencia, para seguir mi camino hacia la mujer que quiero ser; una digna sierva tuya.
Desde el fondo de mi corazón te ofrezco la felicidad que me llena en esta fecha añorada.
Gracias hoy y siempre, Padre y Rey Eterno. Amén
(Se sugiere incluir un Padre Nuestro, un Gloria y una Magnífica)”.

2. Oración de gratitud.

“Señor, Hijo, Espíritu Santo, Trinidad, Rey. Te habla una madre que quiere agradecer, con lágrimas que brotan desde el corazón, por permitirme haber dado a luz a la hermosa señorita que hoy se presenta ante ti de nuevo.
Tú la recibiste ante ti en la hora de su bautismo, tú le has concedido una vida llena de alegría y aprendizaje, por eso, Juez Misericordioso, te pido que le tengas en cuenta este noble gesto de este día, pues ella solo desea presentarte sus respetos, amor y gratitud.
Bendice su camino, Dios, guárdala en salud, dicha y amor.
Aleja de su vida malas compañías, aleja toda maldad que desee acabar con su felicidad a tu lado, oh Dios amado.
Por mi parte, Padre solo quiero agradecerte por permitirme verla crecer; la oportunidad que me has dado de ser madre y de haberle enseñado el camino del bien en tu religión.
Cuanta dicha me has dado, cuanta felicidad que no puedo sino agradecer y por ello te juro, mi Dios, seguir conservando en tu fe la vida de mis seres queridos. Amén”.

3. Oración al deseo de una joven.

“Qué más podría desear una joven en este día, qué más que tu eterno amor, oh Dios. Me pongo en tus manos. Te juro que jamás me alejaré de tu senda. Te doy gracias por el espíritu valiente y bueno que soy. Por todas las enseñanzas que me has dado, por la inmensa alegría, por el amor que encontré en el hogar que me dieron mis padres, por el deseo de convertirme en una buena y cristiana mujer, te digo que te amo y te lo agradezco con todo mi ser. Gracias te doy. Amén”.

4. Oración durante la misa.

“Padre santo, te pedimos que mires con bondad a tu hija (el padre menciona el nombre completo de la joven) aquí presente al pie de tu altar. Ella ha venido a celebrar la vida que tú le has dado por medio de la unión santa de sus padres. Confírmala en aquella fe que la trae aquí. Mediante esos dones de tu Santo Espíritu, ayuda a que se guíen sus pasos por la vida, como guiaste a tu hija favorita, la Virgen María; así también que esta joven siempre te agrade y anime a otros a conocerte, amarte y servirte por la vida cristiana que ella vive plenamente. Te lo pedimos por tu hijo nuestro señor Jesucristo, que reina y está a tu lado y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén”.

5. Oración de ofrecimiento.

“La niña que fui creció en tus enseñanzas, pues mis padres me mostraron a adorarte, Padre mío.
La niña que jugó, río y creció poco a poco hoy comienza la etapa más hermosa de una mujer, y te la ofrezco por el inmenso amor que siento en mi corazón por ti, oh Padre mío.
Mi juventud, mi vida, mi ser, te ofrezco hoy. Te lo entrego todo para siempre.
Padre, vive en mí, jamás me sueltes de tu mano. Deseo solo agradarte, servirte, honrarte.
En tu Santo Nombre deposito mi camino. Por tu inmenso e Inigualable poder yo creo en ti. Amén”.

 Las oraciones para XV años son usadas en la presentación en sociedad de las mujeres católicas y cristianas.

6. Oración a la Santa Trinidad.

“En este curso de la vida de esta hermosa joven (incluir el nombre), tú, Santa Trinidad, aceptas reconocerle como una hija digna. En su quinceavo cumpleaños en esta tierra en que le permitiste nacer, ella te pide que le otorgues tu gracia, todos nosotros te imploramos se la concedas.

Ha vivido, por tanto ha crecido y madurado, y tú, Eterno, le has servido siempre de ejemplo y consuelo; le has mostrado en tus mandamientos la manera correcta de conducirse en su vida, ella ha aprendido a amarte siguiendo el ejemplo de sus padres.

Ha aprendido las costumbres y fe de tu Iglesia y ha demostrado ser una buena cristiana. Por todo ello, Señor, Creador de hombres, te pedimos le des la oportunidad de fortalecer su espíritu y su fe en cada día que viva. Amén”.

7. Oración para dedicar a Dios días antes de la ceremonia.

“He recibido ya mi más grande regalo, Señor mío, cuando tú me concediste el don de la vida, me entregaste a una familia amorosa y me cobijaste en un hogar donde he aprendido el amor hacia ti.
Estaré frente a ti muy pronto, a tus pies, en tu Santa Iglesia, en el más bello recinto.
Pero antes de que llegue ese día, quiero abrir mi corazón y dedicarte todos mis pensamientos.
Gracias por tanta bendición: mis padres sanos y amorosos, mis hermanos fuertes y buenos, la protección de todos ellos y la tuya, mi juventud y mi buen entendimiento para seguir caminando tomada de tu mano.
Me elegiste para ser consagrada por el amor inmenso. Me guiaste durante todo este tiempo hacia el bien. Me has enseñado que a pesar de ser joven puedo ser digna sierva tuya y honrar tu Sagrada Palabra cada día de mi vida.
Gracias infinitas, Rey y Creador de mi espíritu. Te amo. Amén”.

8. Oración de creencia en Dios.

“Señor Dios, creo en ti con todas las fuerzas de mi ser, por eso te ofrezco mi juventud. Te pido que guíes mis pasos, mis acciones y mis pensamientos. Concédeme la gracia de vivir tu mandamiento nuevo, para amar a mis padres, a mis hermanos y a mi prójimo con el mismo amor que tú lo haces. Amen”.

9 Oración de los padrinos para la joven.

“Por ser una hija amorosa, buena y noble, sabemos que Dios siempre te acompañará en tu camino.

Hoy, nuestra querida… (Se debe decir el nombre completo de la quinceañera), tendrá la oportunidad de demostrarte su disposición y alegría para continuar cosechando triunfos y buenos momentos al lado tuyo y de sus seres queridos. Hoy también te dejará ver su gratitud y amor tan grandes hacia ti, Salvador y Creador, por ello nosotros te imploramos humildemente que la escuches, le tengas siempre al resguardo de tu caluroso y tierno abrazo y la ames como a todos tus hijos e hijas.

Su juventud no es impedimento para saber dirigirse con rectitud y buena voluntad, ni para aceptar tus designios o entender y honrar tu Palabra santísima.

Permite que este día sea especial pues ella lo merece. Déjale sonreír siempre pues ella se lo merece.

También, oh Señor, alíviale, consuélale, oriéntale cuando lo necesite; que vea siempre en ti el más grande y grato apoyo.

Hoy, todos con dicha queremos pedirte por ella, y nosotros queremos expresarle nuestro cariño, además de hacerle saber que siempre estaremos cerca de ella para apoyarla. Ese es nuestra promesa con ella, y la hacemos frente a ti, Señor. Amén”.

10. Oración de un padre a su hija.

“Tuve la fortuna de ser bendecido con la más grande de las bendiciones que Dios nos regala a los seres humanos: ser padre.
Tú, hija mía, eres la gloria más preciada, la realización de mi vida en una criatura, que hoy se convierte en una hermosa y pura mujer.
Cuan dichoso puede ser un hombre al ver a su hija ser tan feliz.
Por ello, Dios bendito, te suplico que la conduzcas por tu camino de fe, satisfacción y bondad.

Cuídala de malos hombres, de envidias o peligros todos.

Permítele ser dichosa con lo que ella quiera vivir; permítele conocer por su propia mano lo bueno y lo malo, para que así ella aprenda, pero no la desampares nunca.

Permíteme a mí velar su sueño, acompañarla al altar cuando llegue el momento, cargar a cada uno de sus hijos y ser el principal respaldo cuando esté triste. Soy un padre dichoso, Señor.
Y tú, hija mía, eres la flor más bella en esta tierra.

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Amén”.

11. Oración de los amigos de la quinceañera.

“Por los momentos incomparables de aprendizaje y alegría, por el apoyo y las buenas palabras de aliento que una amiga como ella nos ha dado, por las sonrisas después de las peleas y el perdón que nos damos. Por todo eso, ella mi amiga, nuestra amiga… (Se puede mencionar el nombre de la quinceañera), es merecedora de un gran y sincero cariño.

Dios, amigo nuestro, te pedimos por ella en este día tan importante en su vida. Ella, que aunque joven, sabe cómo apoyar y brindar alegría a todos cuantos la necesitan. Ella ha ansiado este día para presentarse ante ti porque te ama y adora el hecho de dejar de ser niña para empezar su adultez.

Sí, Jesús bendito, ella aún no alcanza la madurez y quizá aún no sepa cómo debe actuar en la vida; quizá no sea la persona más experta ni la más conocedora, pero sí es una buena amiga, hija, hermana, y, sobre todo, es una fiel creyente tuya.

Te pedimos, por todo esto, Señor, que le otorgues un día dichoso y que su camino solo esté lleno de bendiciones, pues se lo merece.

Te amamos Señor.

En el Nombre de Dios Padre, su Hijo y el Espíritu Santo. Amén”.

12. Oración a la Virgen María.

“Mi amor por ti, Madre es incuestionable, y en prueba de ello hoy quiero consagrar a ti cada acción que haga, cada pensamiento, y, así también, toda la dicha que sentiré en mi alma.
Junto a mis seres más queridos: mis amigos y compañeros, mis padres y hermanos, junto a todos ellos hoy emprenderé el viaje hacia la adultez, hacia la madurez de una mujer para que el día de mañana yo pueda ser bendecida con el favor de la maternidad en unión con aquella pareja que habrá de ser mi compañero para toda la vida.
Cuando ese momento haya de llegar, Madre querida, tú estarás a mi lado, cubriéndome con tu manto y dándome tu suave beso que solo una madre a una hija le puede dar.
Enséñame a conducirme con prudencia, dame el entendimiento y equilibrio en mi ánimo para llegar a ser una mujer fuerte y digna del amor de Dios.
En ti deposito mis sueños y anhelos, Virgen, Santa, Bendita.
En tus manos pongo mi juventud y esta nueva etapa de la maravillosa vida que me ha dado Dios. Amén”.

13. Oración de un hermano a la quinceañera.

“Es mi hermana la mujer que pronto empezará su vida adulta. La traviesa y pequeña de la familia. La que siempre tiene tiempo y una palabra de aliento para todos en casa, la que ante cualquier adversidad se impone y muestra su carácter de mujer fuerte y valiente.
Hoy, Señor, venimos a acompañarla ante ti en este día tan importante para ella. He prometido siempre cuidarla pues soy su hermano mayor.
Para mí no te pido nada, Padre, para ella te imploro mucha dicha y bendición. Ilumínala en cada meta que se imponga, en cada sueño. Aparta de ella los peligros. Dale tu amparo, tu guía. Amén”.

14. Oración de preparación entre la madre y la hija.

“Bendice, Señor misericordioso, a mi pequeña hija, a esta señorita que viene ante ti con su corazón abierto y lágrimas de alegría.

Permite que siga creciendo en tu fe para que encuentre solo paz.

Infunde en su alma el ánimo para amarte siempre.

Haz que siempre ame su cuerpo, que se respete.

Si la piadosa Virgen le concede el don del que ella también gozó yo seré inmensamente feliz.

Imploro su amor para ella, imploro solo alegría, imploro siempre piedad.

En el nombre de Jesucristo nuestro Señor. Amén”.

15. Oración de agradecimiento a Dios.

“Quiero agradecer, oh Dios, por el perdón de mis pecados, porque me has dejado llegar hasta este día.

Deseo vivir toda mi vida en la fe cristiana que he aprendido de mis padres, pero te pido que me hagas digna de recibir tu bendición, oh, Rey de los cielos. Sufro cuando te fallo, Dios, sufro inmensamente herir tu amor puro, por eso en esta fecha tan importante solo te pido que me perdones y me hagas digna de recibirte en mi corazón” Amén.

Autor: Redacción ejemplosde.com, año 2023

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