Romanticismo
Última modificación por: Redacción ejemplosde.com, año 2021
Al movimiento artístico, literario, cultural y filosófico que surgió en Europa en el siglo XIX, y que buscaba oponerse a las propuestas ideológicas racionalistas de la época de la Ilustración se le conoce como romanticismo. El romanticismo es resultado de las diferentes crisis sociales e ideológicas de dicha época. La principal característica de este movimiento es la libertad y rebelión del individuo y la exaltación del Yo.
Fundamentos o bases del romanticismo:
- El movimiento de la Ilustración en el siglo XVIII, que ponía por encima el conocimiento humano para combatir la ignorancia y la tiranía.
- La ruptura de los poderes absolutistas o despotismo ilustrado.
- El neoclasicismo.
- Cambios de la estructura social a partir de la Revolución Industrial en 1765 en Gran Bretaña. Surgen las clases sociales: la burguesía y el proletariado. Con este acontecimiento se sientan las bases del liberalismo.
- Crece el sentimiento nacionalista, la sed, de libertad y la búsqueda del sistema parlamentario, constitucional y democrático, lo cual trae como consecuencia las diversas independencias: la Independencia de Estados Unidos en 1776, Revolución Francesa en 1789, Guerra de independencia en España y más revoluciones entre 1820 y 1830.
Características del periodo romántico:
- Exaltación del Yo.
- La rebelión del individuo.
- Actitud de libertad e individualidad.
- La ascendencia y poderío de la burguesía.
- El impulso del maquinismo, con lo cual se desarrolla el proletariado.
- Igualdad, fraternidad y libertad.
- Se establece la república como forma de gobierno.
- Surgen los nacionalismos europeos.
El Romanticismo literario:
En la literatura, se considera que el romanticismo significó libertad de creación, de forma y contenido. El autor podía elegir sus tema, su manera de narrarlos y la estructura de su obra. Era un tipo de literatura revolucionaria o rebelde que se oponía a las normas clásicas y neoclásicas para escribir literatura.
Características:
- Libertad.- El romántico reclama la libertad política relacionada a un Estado liberal que reconozca los derechos de los individuos. Y artística, como opositora y enemiga a las reglas neoclásicas.
- El Yo individual habla de la idea de que el sujeto o individuo es el punto importante o el objetivo dónde se concentra el mundo. Por este motivo, la literatura romántica tuvo un carácter fuertemente introspectivo; es decir, interiorista. Lo importante eran los sentimientos –el amor principalmente–, dudas, pensamientos, el fracaso existencial y deseos de cada ser. Entonces, es claro el predominio de los sentimientos frente a la razón. La bandera del sentimiento se impone, pues el sentimiento ha de ser lo más fuerte.
- Egocentrismo.- Relacionado con el punto anterior; el individuo como centro, sin embargo, se llegó a exagerar con el valor que se le daba a la individualidad.
- La intuición, la imaginación y el instinto como formas de conocimiento. Estos fueron postulados de la filosofía idealista. Para llegar a ese conocimiento son importantes las sensaciones, ideas, sentimientos y los sueños del inconsciente del individuo.
- Genio e inspiración.- El artista admira la capacidad de crear, mostrarse original y único, gracias a la inspiración. Se considera un genio creador. En cuanto a la forma, lo que interesa es conmover, excitar la sensibilidad de los lectores sin importar la belleza de la mesura o la armonía de la obra literaria.
- Evasión e irracionalismo.- El romántico se rebela contra la sociedad y sus normas. Por eso escapa de la realidad inmediata, y le da demasiada importancia al pasado (la edad medieval y lugares lejanos como Oriente), hacia lugares exóticos fantásticos y misteriosos. Los románticos se rebelaron contra la sociedad.
- Obsesión por la muerte.- Se relaciona con el desenlace trágico en la vida y el amor, derivados del fracaso ante la vida o del fracaso existencial.
- La naturaleza como personaje vivo.- Los románticos le dan vida a la naturaleza de manera dramática, en movimiento, misteriosa y tenebrosa. Todo lo anterior para representar los sentimientos y todo lo interno del individuo por medio de la naturaleza.
El romanticismo literario y la novela gótica:
Se asocia a menudo al romanticismo con la novela gótica, la cual surge a finales del XVIII y principios del XIX. Se piensa que comenzó con la obra Werther de Goethe.
10 Ejemplos de Romanticismo literario:
- Fragmento de la Rima III de Gustavo Adolfo Bécquer.
“Sacudimiento extraño que agita las ideas,
como huracán que empuja las olas en tropel.
Murmullo que en el alma se eleva
y va creciendo como volcán que sordo anuncia que va a arder.
Deformes siluetas de seres imposibles;
paisajes que aparecen como al través de un tul.
Colores que fundiéndose remedan en el aire
los átomos del iris que nadan en la luz.
Ideas sin palabras, palabras sin sentido;
cadencias que no tienen ni ritmo ni compás.
Memorias y deseos de cosas que no existen;
accesos de alegría, impulsos de llorar.
Actividad nerviosa que no halla en qué emplearse;
sin riendas que le guíen, caballo volador”.
- Fragmento del poema El Diablo Mundo de José de Espronceda:
“Sobre una mesa de pintado pino
melancólica luz lanza un quinqué,
y un cuarto ni lujoso ni mezquino
a su reflejo pálido se ve.
Suenan las doce en el reloj vecino
y el libro cierra que anhelante lé
un hombre ya caduco, y cuenta atento
de cansado reloj el golpe lento.
Carga después sobre la diestra mano
la ya rugosa y abrumada frente,
y un pensamiento fúnebre, tirano,
fija y domina, al parecer, su mente.
Borrarlo intenta en su ansiedad en vano;
vuelve a leer, y en tanto, que obediente
se somete su vista a su porfía
lánzase a otra región su fantasía.
¡Todo es mentira y vanidad, locura!
Con sonrisa sarcástica exclamó;
y en la silla tomando otra postura,
de golpe el libro y con desdén cerró”.
- Fragmento de Fausto de Goethe:
La tragedia. Primera parte.
“¿pero seguiré preso en esta cárcel?, agujero maldito y húmedo, hecho en un muro a través del cual incluso la querida luz del cielo entra turbia al pasar por las vidrieras. Encerrado detrás de un montón de libros roídos por los gusanos y cubiertos de polvo, que llegan hasta las altas bóvedas y están envueltos en papel ahumado. Cercado por cofres y retortas, aherrojado por instrumentos y trastos de los antepasados. Este es tu mundo, ¡vaya un mundo! ¿Y aún te preguntas por qué tu corazón se para, temeroso, en el pecho? ¿Por qué un dolor inexplicable inhibe tus impulsos vitales? En lugar de la naturaleza viva, en medio de la que Dios puso al hombre, lo que te rodea son osamentas de animales y esqueletos humanos humeantes y mohosos (…)
(…) ESPÍRITU ¿Quién me llama? FAUSTO (Volviendo la cara.) ¡Qué aterradora visión! ESPÍRITU Me has atraído aquí con gran poder, absorbiéndome lejos de mi esfera; y ahora, ¿qué? FAUSTO ¡Vete!; no te soporto. ESPÍRITU Has suplicado, hasta quedarte sin aliento, poder contemplarme, poder oír mi voz y ver mi cara; el fuerte anhelo de tu alma me ha atraído aquí, y aquí estoy”.
- Fragmentos del cuento El hombre de arena de Hoffman:
“¿Cómo podría haberles escrito con la violencia que anidaba en mi espíritu y que hasta ahora ha turbado todos mis pensamientos? ¡Algo espantoso se ha introducido en mi vida! Sombríos presentimientos de un destino cruel y amenazador se ciernen sobre mí, como nubes negras, impenetrables a los alegres rayos del sol. Debo decirte lo que me ha sucedido (…)
(…) Vamos niños, a la cama... ¡el Hombre de Arena está al llegar...! ¡ya lo oigo! Y, en efecto, se oía entonces retumbar en la escalera graves pasos; debía ser el Hombre de Arena. En cierta ocasión, aquel ruido me produjo más escalofríos que de costumbre y pregunté a mi madre mientras nos acompañaba:
—¡Oye mamá! ¿Quién es ese malvado Hombre de Arena que nos aleja siempre del lado de papá? ¿Qué aspecto tiene?”
- Fragmento del poema “La Partida” de Lord Byron:
“¡Todo acabó! La vela temblorosa
se despliega a la brisa del mar,
y yo dejo esta playa cariñosa
en donde queda la mujer hermosa,
¡ay!, la sola mujer que puedo amar.
Si pudiera ser hoy lo que antes era,
y mi frente abatida reclinar
en ese seno que por mí latiera,
quizá no abandonara esta ribera
y a la sola mujer que puedo amar.
Yo no he visto hace tiempo aquellos ojos
que fueron mi contento y mi pesar;
loa amo, a pesar de sus enojos,
pero abandono Albión, tierra de abrojos,
y a la sola mujer que puedo amar.
Y rompiendo las olas de los mares,
a tierra extraña, patria iré a buscar;
mas no hallaré consuelo a mis pesares,
y pensaré desde extranjeros lares
en la sola mujer que puedo amar.
- Fragmentos de El Castillo de Otranto de Horace Walpole:
“Manfredo, príncipe de Otranto, tenía un hijo y una hija; ésta una bellísima doncella de dieciocho años, se llamaba Matilda. Conrado, el hijo, tres años menor, era un joven feo, enfermizo y de disposición nada prometedora. Aun así gozaba del favor de su padre, quien nunca dio muestras de afecto a Matilda (…)
(…) El sirviente, sin tiempo si quiera para haber cruzado el patio que le separaba de los aposentos de Conrado, regresó corriendo, sin aliento, frenético con los ojos desorbitados y echando espuma por la boca. No decía nada pero señalaba el patio. Los presentes quedaron abrumados por el terror y la extrañeza (…)”
- Fragmentos del poema “Un funeral de fantasía” de Friedrich Schiller:
“Pálido en su terrible mediodía,
Se detiene sobre el inerte bosque muerto;
El espíritu nocturno suspira agitando el aire;
Las nubes descienden en la lluvia;
Lamentándose, las frágiles estrellas se desvanecen,
Parpadeando como las moribundas lámparas del sepulcro.
Agotadas como espectros, visiones mudas,
Oscuras con la pompa de la muerte, en lento movimiento,
Custodian aquel campo triste de pálidas procesiones,
Donde las tumbas se cierran detrás de la noche.
Con tenue, profunda y abisal mirada,
Apoyado sobre sus adeptos ¿quién temblará al pasar?
Desgarrando el corazón en pedazos
Un gemido rompe la silenciosa profundidad.
Aplastado por el hierro del destino, él parece reunir
Hasta la última gota de vida para entrar en el sarcófago,
Y escuchad: ¿pueden estos labios fríos murmurar Padre?
La tajante lluvia se demora en aquel sitio de horror,
Penetrando los huesos, los músculos carcomidos por la desesperación,
Y el corazón del terror agita los cabellos de plata”.
- Fragmento del cuento El gato negro de Edgar Allan Poe:
“No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma. Mi propósito inmediato consiste en poner de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias de esos episodios me han aterrorizado, me han torturado y, por fin, me han destruido. Pero no intentaré explicarlos. Si para mí han sido horribles, para otros resultarán menos espantosos que baroques. Más adelante, tal vez, aparecerá alguien cuya inteligencia reduzca mis fantasmas a lugares comunes; una inteligencia más serena, más lógica y mucho menos excitable que la mía, capaz de ver en las circunstancias que temerosamente describiré, una vulgar sucesión de causas y efectos naturales”.
- Fragmento de Don Álvaro o la fuerza del sino del Duque de Rivas:
“Personas DRAMA ORIGINAL EN CINCO JORNADAS, Y EN PROSA Y VERSO.
La escena es en Sevilla y sus alrededores. La escena representa la entrada del antiguo puente de barcas de Triana, el que estará practicable a la derecha. En primer término al mismo lado un aguaducho, o barraca de tablas y lonas, con un letrero que diga: Agua de Tomares: dentro habrá un mostrador rústico con cuatro grandes cántaros, macetas de flores, vasos, un anafre con una cafetera de hoja de lata, y una bandeja con azucarrillos. Delante del aguaducho habrá bancos de pino. Al fondo se descubrirá de lejos parte del arrabal de Triana, la huerta de los Remedios con sus altos cipreses, el río y varios barcos en él, con flámulas y gallardetes. A la izquierda se verá en lontananza la alameda. Varios habitantes de Sevilla cruzarán en todas direcciones durante la escena. El cielo demostrará el ponerse el sol en una tarde de julio, y al descorrerse el telón aparecerán: EL TÍO PACO, detrás del mostrador en mangas de camisa; EL OFICIAL, bebiendo un vaso de agua, y de pie, PRECIOSILLA a su lado templando una guitarra; EL MAJO y los DOS HABITANTES DE SEVILLA, sentados en los bancos”.
- Fragmento de Frankestein de Mary Shelley:
“Uno de los fenómenos que más me atraían era el de la estructura del cuerpo humano y la de cualquier ser vivo. A menudo me preguntaba de dónde vendría el principio de la vida. Era una, pregunta osada, ya que siempre se ha considerado un misterio. Sin embargo, ¡cuántas cosas estamos a punto de descubrir si la cobardía y la dejadez no entorpecieran nuestra curiosidad! Reflexionaba mucho sobre todo ello, y había decidido dedicarme preferentemente a aquellas ramas de la filosofía natural vinculadas a la fisiología”.
Lista de autores del romanticismo literario y sus obras:
- De José de Espronceda:
El estudiante de Salamanca
Canciones
- De Lord Byron:
“Acuérdate de mí” (Poema)
“Cuando nos separamos” (Poema)
“Adiós” (Poema)
“No volveremos a vagar” (Poema)
- De Gustavo Adolfo Bécquer:
Leyendas
Rimas
- De José Zorrilla:
Don Juan Tenorio
- De Friedrich Schiller:
Intriga y Amor (obra de teatro en cinco actos)
“Amor y Apetito” (Poema)
La partición de la tierra
- De Edgar Allan Poe:
“El Corazón delator”
“El retrato oval”
“Sombra”
“William Wilson”
“Berenice”
- De Goethe:
Egmont (Obra de teatro)
“La hermosa noche” (Poema)
“La fuerza de la costumbre” (Poema)
- Del Duque de Rivas:
“Con once heridas mortales” (Poema)
“La niña descoloría” (Poema)
- De Friedrich Klopstock:
“La fiesta de la primavera” (Poema)
“Hermann y Thusnelda” (Poema)
- De Robert Louis Stevenson:
Dr. Jekyll y Mr. Hyde